lunes, 18 de febrero de 2013

Blas de Lezo, otro héroe olvidado y suprimido por la "Historia oficial"

Como ya bien conocemos el afán de casi todos los historiadores oficiales -por no decir todos- de desprestigiar a nuestra gloriosa historia, suprimirla y enaltecer lo más desastroso de ella -que al lado de lo glorioso representa poco- ; así como crear polémicas y disputas entre los españoles, politizando cosas que de política o de relación con ésta no tienen nada, vamos a ver hoy otro de los gloriosos capítulos de nuestra Historia suprimidos por estos "progres":

BLAS DE LEZO, EL ALMIRANTE ESPAÑOL, COJO, MANCO Y TUERTO QUE VENCIÓ A INGLATERRA:



Esta es la historia, de un hombre, que con tan solo 6 barcos, venció a 195 navíos ingleses, la mayor flota armada de toda la Historia militar -haciendo excepción de la del "Desembarco de Normandía" durante la Segunda Guerra Mundial (203 años después)- :

La batalla iba a ser provocada por los ingleses con el barato pretexto de que, como en 1731, un guarda costas español había detenido a un contrabandista inglés y confiscado su carga, alegando que ésto era una "ofensa al honor nacional" e inmediatamente aprovecharon para declarar la guerra a España -que siempre se la habían querido declarar, pero no habían encontrado excusa- para apoderarse del comercio que España realizaba con sus colonias en América, concretamente de Cartagena de las Indias -que era un punto clave para el comercio español- .

La batalla comienza el 13 de marzo de 1741; Blas de Lezo disponía de tan solo 3.000 hombres, 600 indios flecheros, más la marinería y tropa de infantería de marina de los seis navíos de guerra de los que disponía la ciudad: el Galicia (que era la nave Capitana), el San Felipe, el San Carlos, el África, el Dragón y el Conquistador. La proporción entre los españoles y los ingleses era de 1 español por cada 10 ingleses (la batalla se presentaba bastante desigual) mas el valiente y gran estratega almirante español, aprovechó, la que parece, era, su única ventaja para preparar la heroica defensa (la geografía del lugar donde se libraría la batalla le era favorable): la entrada por mar a Cartagena de Indias sólo se podía llevar a cabo mediante dos estrechos accesos, conocidos como "bocachica" y "bocagrande". El primero, estaba defendido por dos fuertes (el de San Luis y el de San José) y el segundo por cuatro fuertes y un castillo (el de San Sebastián, el de Santa Cruz, el del Manzanillo, el de Santiago -el más alejado- y el castillo de San Felipe).

Y dijo, que si se corría el riesgo inminente de perder la batalla, se detonaran los dos buques que había colocado en la bahía para obstaculizar a los ingleses.

Los británicos comenzaron la batalla por mar y con un intenso bombardeo sobre los fuertes del puerto. Blas de Lezo apoyaba a los defensores con la artillería de sus navíos, que había colocado lo suficientemente cerca; utilizó también, bolas encadenadas -entre otras artimañas- para inutilizar los barcos ingleses. En cuanto notaron la más mínima debilidad en las líneas españolas (destruidas unas cuantas baterías de cañones) Vernon (mando de los ingleses) desembarcó a algunos hombres y éstos tomaron tierra. Luego, la fortaleza de San Luis fue bombardeada día y noche durante dieciséis largos días, teniendo que aguantar los españoles, un fuego de más de un fuerte cañonazo de artillería al minuto (62 por hora), tras aguantar mucho, los españoles tuvieron que abandonar los fuertes de San José y Santa Cruz.

Lezo ordenó incendiar los buques para obstaculizar el paso a Bocachica y se logró retrasar la ofensiva inglesa de manera notoria, Blas de Lezo se repliega, sistemáticamente, en Bocagrande, si hizo lo mismo que en Bocachica: se hundieron los dos únicos barcos que allí quedaban. Pero no sirvió de mucho, porque los ingleses se libraron de la trampa y los españoles perdieron las posiciones... Había que defender a muerte los fuertes de San Sebastián, Manzanillo y San Felipe.

Cuando todo parecía perdido...

Los ingleses, sobre todo Vernon, daban ya por ganada la batalla, incluso envió a Inglaterra una carta proclamando la victoria sobre los españoles ¡Hasta se hicieron una moneda con Lezo arrodillado ante Vernon como símbolo de la -falsa en la realidad pero verdadera en las mentes de los ingleses- , rendición hispana) HABÍAN COMETIDO EL MAYOR DE SUS ERRORES: Habían subestimado a España,  a su Ejército y a sus hombres y a su espíritu de remontada ¡y peor aún! ¡PUESTO EN DUDA SU HONOR!

Entonces Vernon -convencido de su victoria- mandó a que se tomara el castillo de San Felipe (lugar donde resistían 600 soldados españoles) y para atacar la fortaleza tuvieron que rodear la selva (donde perdieron a muchos hombres los ingleses por las enfermedades) pero finalmente llegaron y Vernon ordenó atacar la fortaleza, pereciendo 1.500 ingleses en el asalto sin éxitos debido a la fanática resistencia de los 600 españoles. Vernon comenzaba ya a ponerse nervioso viendo que podía ahora perder la batalla que había dado por ganada; así que dio orden de que sus hombres utilizasen escalas para asaltar directamente los muros de la fortaleza. El 19 de abril Vernon mandó a 3 grupos para asaltar los muros, los esclavos jamaicanos, armados con machetes, comenzaron el asalto con las escalas, pero se llevaron una desagradable sorpresa: El Almirante español, Blas de Lezo, había mandado cavar fosas alrededor de los muros para que la altura de éstos fuese mayor y así las escalas de los ingleses no alcanzasen; el resultado fue la muerte de cientos de ingleses, otra vez en vano. La batalla había dado un giro tan inesperado como favorable para los españoles; entre los ingleses corría ya el pánico y los españoles se hallaban envalentonados por la épica de la batalla y la destreza y valentía de su heroica resistencia, por lo que al día siguiente, aprovechando el golpe para los ingleses y su "subidón" salieron de la fotaleza los menos de 600 soldados -con Blas de Lezo en primera línea de fuego- y atacaron frenéticamente y sin ningún miedo a los ingleses -que desesperados y en un frenesí de locura, impotencia, miedo y pánico, huyeron a sus navíos- . Blas de Lezo había ganado la batalla, la victoria era absoluta, los ingleses habían sido derrotados y Vernon huía apresuradamente de las aguas de Cartagena de las Indias hudiendo sus propios buques para que no cayeran en manos españolas, la "bromita" de los ingleses se saldó con 5.000 muertos británicos (aunque se estima que ésa es una cifra ridícula y que fueron muchísimos más)...

En su huida, Vernon maldecía una y otra vez a Blas de Lezo, <¡God damn you, Lezo!> (¡Que Dios te maldiga, Lezo); no podía contener su ira y rabia por haber perdido estrepitosamente lo que al principio le había parecido una victoria gloriosa e inminente, también le afectó mucho más por la arrogancia con la que realizó el ataque (abrumado, como es de comprender, por la superioridad y el inmenso poderío de su flota -mas fue insuficiente para vencer a los bravos españoles-).

EL HISTORIAL DE UN ALMIRANTE QUE NO TEMÍA A LA MUERTE:

Tal y como demostró en esta batalla su gran heroísmo y capacidad de reacción militar ante las adversidades, ya lo hizo en muchas otras ocasiones en su glorioso pero a la vez desgraciado pasado; todo comenzó en la Guerra de Sucesión española, en la que se disputaban el Trono español Felipe de Anjou (Felipe V, el Borbón, de origen francés) y el candidato de la Casa de Austria, Carlos de Habsburgo (hijo del Emperador de Austria), Blas de Lezo combatió del lado de los borbones. Fue en la batalla de Velez-Málaga donde perdió la pierna izquierda de un cañonazo, lo curioso y que sorprendió a todos los que a sus alrededor de hallaban fue la pasividad que tuvo ante la pérdida de su pierna y cómo continuó la batalla, pero sobre todo "fliparon" cuando después vieron cómo le cortaban la pierna (por debajo de la rodilla) sin mostrar el más mínimo gesto de dolor o debilidad.

El ojo lo perdió 2 años después (en la misma guerra), cuando luchaba en la fortaleza de Santa Marina de Tolón contra el príncipe Eugenio de Saboya, le dio una esquirla de bala que salió desde la fortaleza e inmediatamente, su ojo explotó.

Manco quedó al final ya de esta larga guerra (el 11 de septiembre de 1714) en los últimos núcleos de resistencia de las tropas austracistas en Barcelona; mientras realizaban las tropas borbónicas un bombardeo sobre la plaza de la ciudad, Lezo se acercó demasiado y un balazo le destrozó todos los tendones y tuvieron que amputarle el brazo, lo que no le impidió -como ya hemos visto con Cartagena de las Indias- seguir entrando en combate con más coraje que nadie.

Esta es la historia de un héroe español, olvidado y suprimido por la historia oficial ¡MEDIOHOMBRE! ¡ALMIRANTE PATAPALO! ¡POR ÉL UN GRITO DE GLORIA! 


¡¡¡¡VIVA ESPAÑA, VIVA EL IMPERIO!!!




No hay comentarios:

Publicar un comentario